“Sentir gratitud y no expresarla es como envolver un regalo y no entregarlo” dijo el escritor William Arthur Ward. Detrás del amigo secreto también está la secreta gratitud, hacia quien es nuestro amigo secreto, a quien no lo es, y a todas aquellas prosperidades con las cuales contamos en la vida pero cuyo agradecimiento - al igual que nuestro amigo secreto – mantenemos escondido, oculto, invisible, implícito.- Enero 2022.
En el contexto de Navidad y fin de año, es costumbre en los espacios laborales, de amigos/as, y en las familias, que se realice lo que comúnmente conocemos como el “amigo secreto” o el “amigo invisible”. Así, en fechas previas al 24 de diciembre del año 2021, en mi trabajo realizamos la entrega de regalos entre colegas, sin saber quién nos regalaría, hasta el momento de recibir los obsequios. Tuvimos la dicha de desarrollarlo de manera presencial, incorporando informalidad al lazo contractual que nos une. Al llegar al lugar de la reunión, uno a uno fuimos disponiendo los regalos en un rincón de la sala. Me resultaba atractivo observar los colores, tamaños, formas, y elucubrar quién lo había hecho y para quién.
Al dar inicio a la actividad, una de las miembros del equipo propuso realizarlo sin mencionar a quién entregábamos nuestro regalo, sino diciendo características no evidentes de la persona a quien obsequiábamos, y luego, quien recibía, decía algo por lo cual quería agradecer.
Resultó ser un momento de plenitud, amor y fraternidad. Regalar y agradecer siempre traen dicha consigo. Nos dimos cuenta que nos conocíamos muy poco porque, finalmente, lo que nos entrega la presencia es mucho más bondadoso que lo que nos da la virtualidad, a pesar de que esta última rompa las distancias físicas. Ambas nos entregan algo valioso, nos hacen un presente pero, lo que ocurre cuando nos vemos, cuando estamos y habitamos un mismo momento y lugar, no lo puede obsequiar la pantalla. Por cierto, todos agradecíamos el regalo de poder estar juntos. Eso que se daba por sentado previo a la pandemia, de pronto dejó de serlo y, como muchas veces ocurre en la vida, valoramos las cosas cuando ya no son parte del presente.
Más allá del agradable momento, mientras desarrollábamos la actividad pensé qué se esconde detrás del amigo secreto:
Sin duda, el regalo secreto pero, además
El compañero secreto
El afecto secreto
El cariño secreto
El deseo secreto
El anhelo secreto
La persona secreta y sus sentimientos ocultos, detrás de ese ser laboral algo más visible.
Y también, la dedicación secreta e invisible, al indagar en los gustos de la persona a quien nos toca regalar. Poder así hacer un presente desde y hacia el corazón, tocando el alma de la persona que fue destinado a recibir algo de parte nuestra pero, por sobre todo, a recibir nuestra gratitud.
“Sentir gratitud y no expresarla es como envolver un regalo y no entregarlo” dijo el escritor William Arthur Ward. Detrás del amigo secreto también está la secreta gratitud, hacia quien es nuestro amigo secreto, a quien no lo es, y a todas aquellas prosperidades con las cuales contamos en la vida pero cuyo agradecimiento - al igual que nuestro amigo secreto – mantenemos escondido, oculto, invisible, implícito.
Incorporar un agradecimiento en la instancia de la entrega de obsequios, es agradecer no solo el regalo recibido en ese instante, sino también todos los “regalos” recibidos durante el año al cual estamos despidiendo. Es situarnos, durante unos minutos, por sobre el momento presente y con perspectiva, para bendecir todo aquello que tenemos en nuestras vidas, y que la pandemia ha develado su fragilidad y su valor. La importancia – hasta entonces – invisible. Secreta.
Ser y estar, hoy, subsistiendo a la pandemia del COVID 19 después de casi dos años, ¡sí que es un regalo, sí que es un gran presente!
Entonces, se trata no solo de develar a quien hacemos un regalo y la imagen que tenemos de esta persona, sino también revelarnos a nosotros mismos el valor de nuestros presentes y de nuestro presente.
En el día a día, no siempre es evidente regalar, obsequiar, agradecer, expresar nuestra gratitud, y menos aún en estos tiempos, hacernos presentes en el sentido cabal del concepto: estar con el otro, y regalarle gratuitamente algo de nosotros mismos, de nuestra esencia más íntima y cubierta. Aprovechemos los momentos de cierre de años para ello:
No nos quedemos con regalos envueltos sin entregar, a nuestros amigos ocultos y a nuestros amigos explícitos; al presente y también al pasado; a la vida presente hoy;
No nos quedemos con bendiciones, dichas y fortunas, sin agradecer;
Con cariño y gratitud sin expresar, ya sea a través de una palabra, hablada o escrita, un abrazo, una sonrisa, o un gesto, que van más allá de lo que se espera de nosotros;
Con el presente en el pasado, o con el presente en el futuro;
Regalémonos los unos a los otros.
Comentarios recientes
23.09 | 01:53
Nada más "calentito" y acogedor que la lana 😍
Entonces se cumplió el objetivo del texto. Gracias Jeni!
23.09 | 01:38
23.09 | 01:01
Refugios... inspiradores, conectados con lo simple de la vida... Felicitaciones a la mejor!
Precioso escrito que me lleva a recordar mis refugios que tanto protejo. ¡Gracias!
22.09 | 23:36
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El Diario de Karin
Escritos de Karin Froimovich, un Trayecto, un Camino