Suena lógico que digamos que, en algún momento “inventamos” un emprendimiento, y que hoy lo “re-inventamos” debido a las circunstancias. Pero, decir que “nos re-inventamos”, alude a que como personas debemos buscar – y encontrar – otro sentido a nuestra vida. 15 de Octubre 2020.
El lenguaje posee palabras que siempre han existido pero que adquieren sentido y mayor significancia según las condiciones sociales que vive la población que lo habla, lo cual se ha generado con el COVID 19 y sus medidas de control del contagio. Partiendo por la misma palabra “pandemia”, y “cuarentena”, “distancia social”, o algunas más aventuradas como “distanciamiento físico” o “distancia espacial”. También hay algunas asociadas al nuevo consumo como el “despacho (a domicilio)”, que se alterna con “delivery”; y la jerga relativa a la nueva modalidad de trabajo: teletrabajo, homeoffice, trabajo a distancia.
Sin embargo, una de estas palabras y la relevancia que ha tomado ha llamado mayormente mi atención: “reinventarse”. De manera coloquial, es usada en la lógica de los emprendimientos cuyos productos y servicios no tienen cabida con el distanciamiento entre las personas, viéndose obligados a dar un giro a su negocio, con el fin de subsistir, ofrecer puestos de trabajo, y continuar con la generación de ingresos tanto propios como de las personas empleadas en él, pero esto con la venta de otro producto, o por otra vía (a domicilio / delivery), o más radical, cambiando el producto o el servicio. Algunos ejemplos son los restaurantes, los buses escolares, los asesores de viajes, entre muchos otros.
Desde una perspectiva filosófica, se puede hablar de darle un nuevo sentido al emprendimiento que permite la subsistencia. Un nuevo propósito, un nuevo objetivo.
Suena lógico que digamos que, en algún momento “inventamos” un negocio / producto / servicio / mediante un emprendimiento, y que hoy lo “re-inventamos” debido a las circunstancias.
Pero, decir que “nos re-inventamos”, alude a que como personas, como seres humanos, como seres sociales, debemos buscar – y encontrar – otro propósito, otra dirección en nuestro quehacer diario, otro sentido a nuestra vida. Más aún, a que debemos re-hacernos como personas. ¿Esto significa que alguna vez debimos hacernos como seres humanos? ¿Debimos inventarnos como personas? Si hoy me re-invento, implica que alguna vez me inventé, así como alguna vez inventé mi emprendimiento que hoy re-invento, porque lo re-direcciono dándole un nuevo propósito.
Me siento tentada a pensar que el solo nacimiento y la llegada y estancia en el mundo nos inventa como personas, pero tal vez esta presencia no trae implícita el sentido del ser, y eso es lo que haya que inventar. A lo largo de la historia ha habido diversas posturas respecto al sentido de la vida: Platón y Aristóteles apuntaron a que se trata de un asunto celestial, superior, metafísico; los liberales, posteriormente, plantearon encontrar ese sentido a través del trabajo y la propiedad; y posteriormente Nietzsche menciona el nihilismo como la deconstrucción de los valores más fijos, para construir otros nuevos valores. Algunos dirían entonces que el sentido se descubre o que se revela, otros que se crea o inventa, o también otros que lo ven como un mandato divino.
La crisis sanitaria mundial ha evidenciado todos los emprendimientos que han debido re-inventarse, con todo el dolor y esfuerzo que implica la mutación, porque es aceptar la muerte de algo para acoger el nacimiento de otra cosa. Como dijo Einstein, “es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar 'superado'”. Pero también, de manera mucho menos visible, hay muchas vidas que han debido re-inventarse, o quizás inventarse, crearse por primera vez, porque hace muchas décadas que las circunstancias no habían sido tan manifiestas para la adquisición y la entrega de propósito, de finalidad, y de dirección. De sentido.
Comentarios recientes
23.09 | 01:53
Nada más "calentito" y acogedor que la lana 😍
Entonces se cumplió el objetivo del texto. Gracias Jeni!
23.09 | 01:38
23.09 | 01:01
Refugios... inspiradores, conectados con lo simple de la vida... Felicitaciones a la mejor!
Precioso escrito que me lleva a recordar mis refugios que tanto protejo. ¡Gracias!
22.09 | 23:36
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El Diario de Karin
Escritos de Karin Froimovich, un Trayecto, un Camino